Ahí yace él al final, el converso de lecho de muerte, el Libertino que se hizo pío. No podía danzar a medias, ¿no es cierto? Si me daban vino lo apuraba hasta el poso y lanzaba la botella vacía contra el mundo. Si me mostraban a Jesucristo en su agonía me subía a la cruz y le robaba los clavos para mis propias palmas. Y así me voy, cojeando, del mundo, dejando mis babas sobre una Biblia. Si miro la cabeza de un alfiler, veo ángeles danzando, bueno, ¿os agrado ahora?¿Os agrado ahora?¿Os agrado ahora?¿Os agrado ahora?...

John Wilmot (The Libertine)

lunes, 28 de noviembre de 2011

Si supieras, por un momento...

Si tan sólo supieras
que cuando la dama viuda
viene a arropar el cielo
con ropas oscuras
por el día que acaba de morir
mi corazón siente el desgarre de una pequeña parte
que corriendo se va a formar
otra estrella de la constelación de mis lamentos.
Si tan sólo supieras
cuántas veces te han buscado mis ojos
y por no verte, pasaron a ser ciegos
cuántas veces creyeron ver lo que no fue
por perderse en la inmensidad de mi paraíso
y al volver a la realidad
formaron su propia cascada
en el fracaso intento de recrear
el paisaje que compartían nuestros besos.
Si tan sólo supieras
cómo se ha enfriado mi piel
tras perder tus caricias
como si el hielo se hubiera apoderado de ella
congelando cualquier roce
que no contuviera el calor de los tuyos
sin dejar que el cuerpo que envuelve
sienta calidez de ninguna otra forma.
Si tan sólo supieras
el volumen de mis gritos
lanzados a la noche,
noche tras noche,
pidiendo auxilio
pidiendo la más mínima piedad,
el más mínimo ápice de compasión
para dejarme tenerte aunque fuera un segundo
u olvidarte para toda la vida.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

HOY

Hoy... HOY. Todo lo que significan esas tres letras. Hoy...
Hoy, no ayer, no mañana, hoy.
Hoy ya tienes en qué pensar.
Hoy ya tienes motivo para sonreir.
Hoy ya te alegras de haberte levantado de la cama,
de enfrentarte a la rutina y al mundo otra vez.
Hoy ya no puedes arrepentirte de nada.
Hoy ya eres un poquito más feliz.
Porque hoy... HOY
no ayer, no mañana, hoy
HOY, por fín, sucedió.

miércoles, 16 de noviembre de 2011








A veces te puedes llevar toda una tarde dibujando, y que lo único más o menos interesante que hagas sea el arbolito que te ha llevado 20 segundos.

Sin utilidad

Te busco y no te encuentro
te encuentro y no te busco
Y sin saberlo ya te estoy esperando
y escribiendo mierdas
que no me sacian en ningún momento
Porque las palabras no llenan corazones
e imaginar cuentos de hadas
sólo va desgarrando las venas
hasta dejarme sin una gota de sangre
con la que poder bombear vida.
Te miro y no me miras
Y sin saberlo me estás mirando
Te pienso y ni te acuerdas,
me olvido, y me recuerdas.
Sólo escribo palabras que no llenan corazones
llenan hojas en blanco
folios manchados
o servilletas.

La peor forma de morir

Es algo que me va desgastando la vida
Juega con mis entrañas
y las pisotea y las aplasta contra el suelo.
Me arranca el estómago
y lo estruja hasta que chorree
la última gota.
Es algo que me coge de las manos
que me lleva hasta lo más alto en un segundo
y me suelta en mi eterna caída
sin dejar que toque el suelo en ningún momento
para incrementar la agonía
y el pánico.
Es algo que me oprime los pulmones
que me roba el último suspiro de aire
No me deja brisa alguna para calmar este desierto,
absorve mis oasis sin piedad ninguna
chupa y toma toda mi sangre para dejarme seca
y locamente enamor... nada.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Mi mente al despertar

Anoche soñé que soñaba, y que luego se hacía realidad. En medio de un negro que se expandía en mi habitación, aún andaba confusa. ¿Acaso no se deberían parar las agujas del reloj en ese instante? Cuando, al despertar, aún no sabes si te acostaste antes del sueño o después de la realidad. Pero el tictac continúa y vuelvo a la soledad que invade mi cama. No quiero pensar, pero tampoco puedo ver nada en esta oscuridad que distraiga la mente. Así que no me queda otra que arrepentirme de haber abierto los ojos y no haber seguido para siempre en el antojo del subconsciente. La almohada espera otra vez a ser mojada, antes de que la primera lágrima recorra la mejilla...

Tu universo

La noche me llama a su oscuridad
el silencio de la naturaleza que nunca se calla
La falsa conciencia de que nada más existe
A solas con este armario de recuerdos
doblados y ordenados con mucho cuidado
como si prendas de seda se tratasen,
Tu voz retumba a lo lejos, retumba en las estrellas.
Tus ojos reflejados en la luna
no paran de vigilar cada pensamiento
que cruza corriendo la colina.
Todo el paisaje se llena de ti
cada vez que lorenzo desaparece
sin pedir permiso
con toda la intención de acabar con mi cordura.
¿Qué me está sucediendo?
Me transformas en la más monstruosa criatura de la noche
No me reconozco
Trato de escapar pero esta esencia me atrapa
No es posible desatar los nudos de estas cuerdas fibradas
con cada abrazo, con cada beso, soñados.
Tu universo me arropa
con alertas de peligro...

Viaje nocturno

[Al caer mis párpados por la noche ya estás ahí esperándome
para tomarme la mano y eliminar el espacio entre dos
para dejar mi mente en blanco y mi cuerpo en sudor.]

Estás ahí, y le regalas a mi cuello besos lentos
que le hacen estirarse y crecer como el cuello de un cisne
Mientras tus manos van haciendo un recorrido
por el circuito de mi vientre
que me hacen estremecer y abrir mis alas.
Y me muerdo el labio hasta sangrar.

Estás ahí, y me obligas a amarte hasta que duela.
Y en reacción, no se me ocurre otra
que golpearte con mis más dulces caricias,
con mis besos más apasionados
con mis suspiros más leves.
Y mis piernas se retuercen y te atrapan.

Estás ahí, y escucho pájaros y ranas alrededor
la suave caída de una pequeña cascada
y las ramas imitando nuestro roce
durante nuestra lluvia de placer intenso
Secreto, silencioso, daliniano.
Y me siento en un edén privado.

Estás ahí, formando parte de la eterna oscuridad de mi habitación
del calor de mis sábanas
robándome el aliento
haciendo sonar las campanas del fin de mi juicio
llevándome a cualquier lugar sin movernos
Y mis puños se contraen...y se relajan.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Descubriendo Alicia



Iba caminando con ansia, deseando entrar por un momento en un mundo mágico que jamás, jamás pudiera pertenecer al que vivimos. Olvidar por un momento que las hadas, los duendes y los elfos no existen. Creer de verdad que podría cabalgar sobre un caballo alado por las nubes. Iba caminando con ansia, sabiendo que estaba llegando. Miraba al cielo, que parecía atrapar mi ilusión y expandirla aún más en un efecto rebote. Parecía que mis piernas volvían a medir medio metro y que mi pelo era otra vez corto, liso y negro , obedeciendo los deseos de mi madre de tenerlo bien cuidado y sin piojos. Iba corriendo detrás de un conejo blanco, que por más que se lo pidiera no se detenía. Me daba la sensación de que él tenía más prisa que yo de que llegara. Ya lo iba viendo, a través de unas rejas que encarcelaban al mundo real. La puerta estaba abierta, entré, y lo vi de pleno. No. No era lo que me esperaba, era aún mejor. Sin embargo no tenía ni la menor idea de dónde me encontraba, de qué diantres era aquello. Sólo sabía que era hermoso, y de repente me sentía como en casa. No quise darle el placer al misterio, así que entre verdes y violetas, azul cielo y rojo amor, busqué por todos lados no sabía muy bien el qué. Hasta que lo encontré. Un pequeño panfleto que decía ''Bienvenido al País de las Maravillas''.