Ahí yace él al final, el converso de lecho de muerte, el Libertino que se hizo pío. No podía danzar a medias, ¿no es cierto? Si me daban vino lo apuraba hasta el poso y lanzaba la botella vacía contra el mundo. Si me mostraban a Jesucristo en su agonía me subía a la cruz y le robaba los clavos para mis propias palmas. Y así me voy, cojeando, del mundo, dejando mis babas sobre una Biblia. Si miro la cabeza de un alfiler, veo ángeles danzando, bueno, ¿os agrado ahora?¿Os agrado ahora?¿Os agrado ahora?¿Os agrado ahora?...

John Wilmot (The Libertine)

sábado, 24 de diciembre de 2011

Pirata de agua sabia

Metida en esta cueva que forma mi cama con la luz del papel solo puedo pensar en esa sensación de ahogo que no deja a mis pulmones respirar tranquilos. Hay un perfecto anfitrión inmenso ahí afuera que está en continua espera de visitas. Tengo la ansiosa necesidad de acercarme a él y tocar su orilla, y que con su caricia suave quite la arena rasposa que se pegó en mis pies en los tiempos de adolescencia. Con tan sólo cubrir los tobillos calma el sofocante calor con la que algunos días el mundo nos castiga, pero no sacia el resto de piel que suplica alivio. Me llama para que lo conozca viendo que ya confío en él, quiere que lo nade, que me sumerja, que lo explore. Ay! El mar es tan exageradamente grande... Los necios sólo conocen su costa, los curiosos llegan hasta la boya, que no es más que el límite que establece la política o la sociedad. Los más despiertos llegan a cruzarlo, pero sólo consiguen una visión general y creerán que ya no hace falta saber más. Intelectuales llegan a conocer su superficie con detenimiento y los sabios se adentran para buscar conocimiento en el fondo. Pero el mar también tiene secretos y los guarda allá donde no los podamos alcanzar.

Quizá si me hubiera visto crecer desde pequeña, ahora también confiase él en mí y no tendría nada que ocultarme. O tal vez él sí conozca mi fondo, y por ello me haga probar el agua salada que, como mar, lo único que consigue es dejarme con unas ganas locas de seguir bebiendo hasta encontrar el sorbo que calme esta sed exponencial.

2 comentarios:

  1. ME HA PUESTO EL BELLO COMO NI EL MEJOR Y MÁS DESEADO DE LOS BESOS TE LO PUEDE LEVANTAR

    ResponderEliminar
  2. Me alegras el día (o la noche) cada vez que te leo por mis rincones =) Tengo que enseñarte vídeo de recital que me ha hecho llorar

    ResponderEliminar