La vida es porcelana.
El ser humano es tan absurdo y débil que puede marcharse de la forma más patética. Puede estar caminando y de repente ¡pum! Atropello. O ¡pum! un ladrillo en la cabeza y adiós. Hubo un caso en el que una chica quiso suicidarse tirándose de un edificio, cayó encima de una vieja que murió del golpe, y ella sobrevivió. ¿Puede haber algo más brillantemente absurdo? ¿Qué o quién decidió que alguien con la voluntad de morir no lo hiciese y buscó a una sustituta que muriera en su lugar?
La vida es una hormiga.
Sólo tienes que hacer presión en el lugar indicado y adiós a la vida y hola a la muerte. Apretar un gatillo, caerte en el lugar equivocado, sumergirte más tiempo en el agua o echarte gasolina y hacer saltar una chispa.
La vida es una niña de 3 años.
Un simple ser humano puede tomar la decisión de robarle a otra el dulzor de la boca. ¿Robársela?¿Acaso él se queda con dos vidas? No. Mejor, le tira la suya por el retrete, y si puede, le mea encima y tira de la cisterna.
La vida es tan delicada...
Es tan fácil morir, y tan difícil vivir. Y más aún decir ''esto es vida'' y saber lo que significa. ¿Nacemos, nos reproducimos y morimos? Eso no es mi vida. Mi vida debe ser: nacer, aprender, saber, comunicar, querer, poder, tener, recibir, dar, soportar, ... que me soporten, que me den, que me reciban, que me tengan, que me puedan, que me quieran, que me comuniquen, que me sepan, que me aprendan... y que me nazcan.