en el que vuelves a la cama
a compartir la soledad con la almohada
y con la luz tenue sobre tus sábanas.
Puede ser que el mundo se acabe entonces,
cuando te preguntas si el árbol de afuera duerme
o si te hace compañía en esas noches tan largas.
Puede ser que ya no exista nada
cuando te das cuenta
de que ya no vuelves a escribir los versos
que demostraban que estabas ...
Puede ser que al apagar la luz
empieces a morirte
cuando sólo existe tu pensamiento.
Pero hay algo que te llama.
Entre foscos, un rayo de sol
cuando dan las 9 de la mañana,
Te susurra un secreto:
''Un nuevo mundo comienza
como cada día,
detrás de esa ventana.
Sal de ahí y abre tus alas
y, libre, vuela a donde te lleve el viento.''
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