Ahí yace él al final, el converso de lecho de muerte, el Libertino que se hizo pío. No podía danzar a medias, ¿no es cierto? Si me daban vino lo apuraba hasta el poso y lanzaba la botella vacía contra el mundo. Si me mostraban a Jesucristo en su agonía me subía a la cruz y le robaba los clavos para mis propias palmas. Y así me voy, cojeando, del mundo, dejando mis babas sobre una Biblia. Si miro la cabeza de un alfiler, veo ángeles danzando, bueno, ¿os agrado ahora?¿Os agrado ahora?¿Os agrado ahora?¿Os agrado ahora?...

John Wilmot (The Libertine)

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Cold

Mis días recuperarán su blanco y negro rutinario
y sin tener un lugar al que ir
los cuervos me levantarán a picotazos.
Saldré y veré cómo las nubes ocultarán el cielo
sin que las puedas respirar.
Será como perder el bastón a un ciego
y dejarlo sin lazarillo.
Mis pies volverán a tocar el infierno
y liada en una manta de absurdo
me enfrentaré a los mismos imbéciles cada mañana.

1 comentario:

  1. hellow!!! te echaba de moins belle femme ;) luego leeré toooooodo lo que has renovao...la fotoooo es la porreta, yo no digo ná!!!

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